Buenas días chicos
y chicas, aquí os dejo una noticia que ha salido en el Mundo la cual hemos
debatido en clase sobre la influencia del nivel socioeconómico de las familias
en el resultado académico de los hijos.
Porcentaje de la variación en el rendimiento explicada por el Índice social, Económico y Cultural de la OCDE. Entre paréntesis el rámking de las CCAA en porcentaje de alumnos excelentes.
España no obtiene resultados académicos muy brillantes en el informe PISA, pero, a cambio,
destaca en equidad, que es la habilidad del sistema educativo para que el
rendimiento académico del alumnado venga determinado por su esfuerzo y su
capacidad y no por su situación socioeconómica. Nuestro país está por encima de
la media de la OCDE en este indicador.
Regiones como Galicia y Castilla y Leónsuperan los
niveles de Finlandia, Canadá o Noruega en igualdad de
oportunidades.
Así
lo pone de manifiesto un informe que presentaron ayer la Fundación Ramón Areces y
la Fundación Europea Sociedad y Educación,
en el que también se advierte que hay «diferencias sustanciales» entre las
distintas regiones y que Murcia, la Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía son las menos equitativas.
El trabajo, realizado por las profesoras expertas en Economía de
la Educación Gabriela Sicilia y Rosa Simancas, utiliza los
resultados que los alumnos de 15 años de centros públicos y concertados de
todas las comunidades autónomas obtuvieron en la prueba de PISA de Ciencias.
«En el caso de Galicia, el incremento de un punto de mejora en el nivel
socioeconómico del alumno produce un aumento de 19 puntos en los resultados, el
equivalente a medio curso académico», explica Sicilia. ¿Y eso es mucho o poco?
Esos 19 puntos, comparados con los 27 que sube la nota en España o los 38 que
aumenta en la OCDE, revelan que «Galicia logra mitigar el efecto del nivel
socioeconómico de los alumnos en los resultados académicos dos veces más que en
la media de la OCDE».
¿Por qué Galicia es tan buena en equidad? «Las comunidades más
ruralizadas, como Galicia o Castilla y León, tienden a tener más equidad por la
mayor atención individualizada que dan a sus alumnos. Son centros que con sólo
seis estudiantes permanecen abiertos y las bajas ratios permiten relaciones más
personalizadas. El valor del esfuerzo podría estar también detrás de este éxito
de las sociedades rurales más tradicionales y con más altas expectativas
respecto a la educación como instrumento de movilidad social ascendente»,
explica el ex presidente del Consejo Escolar del Estado Francisco López Rupérez, que
publicó hace unos días un estudio en el que también analizaba la equidad a
partir de los datos de PISA.
Manuel
Corredoira,
director general de Educación de la Xunta,
corrobora estas apreciaciones. «Los centros educativos más pequeños del
extrarradio o del medio rural cuentan con mejores condiciones que los de los
núcleos urbanos y de ahí que las diferencias de resultados entre unos y otros
sean mínimas», sostiene. Añade que la Xunta ha aumentado la financiación para
el Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo (Proa),
un plan estatal para ayudar a los alumnos desfavorecidos que fue eliminado en
2013 por el Gobierno central del PP y que
la Xunta ha mantenido con fondos propios. Este plan les permite, por ejemplo,
dotar con medios y profesores adicionales a colegios con programas de mejora.
«Llevamos años haciendo políticas estructurales que ayudan al alumnado en
desventaja socioeconómica», recalca Corredoira, que recuerda que Galicia tiene
la proporción de alumnos por profesor más baja de España. «La ratio importa
hasta cierto punto, pero importa».
En el otro extremo del ránking se encuentra Madrid, una región también del
PP que, a pesar de sus buenos resultados académicos y su nivel de renta
superior al de Galicia, no lo hace tan bien al atenuar las diferencias
socioeconómicas de sus alumnos, según el informe, que la sitúa entre las menos inclusivas.
¿Por qué?
«Porque el Gobierno de Esperanza Aguirre se
volcó en ayudar a los alumnos excelentes y no hizo lo mismo con los que tenían
problemas. Y es muy complicado revertir todo aquello. Se han creado guetos
donde se concentran los alumnos en situación desfavorecida», responde José Antonio Martínez, presidente
de la Asociación de Directores de Instituto de la
Comunidad de Madrid, que añade: «El director de un instituto de
los del Bachillerato de Excelencia me reconoció: 'Mis chicos disfrutan de todo
lo que no tienen los alumnos que de verdad lo necesitan'».
Fuentes de la Consejería de Educación madrileña defienden que,
en los últimos seis años, han reducido los índices de segregación "hasta
un 9%" y que medidas como la libertad de elección (las familias pueden
elegir colegio independientemente del barrio en el que vivan) "han
propiciado que los centros sean un 12,5% más heterogéneos". Añaden que el
Programa Bilingüe también "ha favorecido de manera importante la reducción
de la segregación" porque "las familias de un estatus socioeconómico
más bajo son las que más se interesan".
La equidad es una de las cuestiones más importantes del debate
educativo y era el punto 3 de los 15 que conformaban el guión del fallido pacto
de Estado. Todos los partidos coincidían en que había que tomar más medidas
para mejorar en equidad (ratio, refuerzos, atención individualizada,
adaptaciones, apoyos), aunque los datos de PISA revelan que España está mejor
que hace 10 años. El porcentaje de alumnos que, a pesar de partir de un origen
socioeconómico desfavorable obtienen altos niveles de desempeño, ha pasado del
28% en 2006 al 39% en 2015.
