Así, el "docente deseado" o el "docente eficaz" es
caracterizado como un
sujeto polivalente, profesional competente, agente de cambio, practicante
reflexivo, profesor investigador, intelectual crítico e intelectual
transformador:
• domina los saberes —contenidos y pedagogías— propios de su ámbito de enseñanza;
provoca y facilita aprendizajes, al asumir su misión no en términos de enseñar
sino de lograr que los alumnos aprendan; interpreta y aplica un currículum,
y tiene capacidad para recrearlo y construirlo a fin de responder a las
especificidades locales.
• ejerce su criterio profesional para discernir y seleccionar los
contenidos y pedagogías más adecuados a cada contexto y a cada grupo.
• comprende la cultura y la realidad locales, y desarrolla una educación bilingüe
e intercultural en contextos bi y plurilingües.
•desarrolla una pedagogía activa, basada en el diálogo, la vinculación
teoría- práctica, la interdisciplinariedad, la diversidad, el trabajo en
equipo.
• participa, junto con sus colegas, en la elaboración de un proyecto
educativo para su establecimiento escolar, contribuyendo a perfilar una visión
y una misión institucional, y a crear un clima de cooperación y una cultura democrática
en la escuela.
• trabaja y aprende en equipo, transitando de la formación individual y
fuera de la escuela a la formación del equipo escolar y en la propia escuela.
• investiga, como modo y actitud permanente de aprendizaje, a fin de
buscar, seleccionar y proveerse autónomamente la información requerida para su desempeño
como docente.
• toma iniciativas en la puesta en marcha y desarrollo de ideas y proyectos
innovadores, capaces de ser sostenidos, irradiarse e institucionalizarse; reflexiona
críticamente sobre su papel y su práctica pedagógica, la sistematiza y comparte
en espacios de inter-aprendizaje; o asume un compromiso ético de coherencia
entre lo que predica y lo que hace, buscando ser ejemplo para los alumnos en
todos los órdenes.
• detecta oportunamente problemas (sociales, afectivos, de salud, de aprendizaje)
entre sus alumnos, los deriva a quien corresponde o busca las soluciones en
cada caso.
• desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar los conocimientos, valores
y habilidades necesarios para aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir
juntos, y aprender a ser.
• desarrolla y ayuda a sus alumnos a desarrollar cualidades consideradas indispensables
para el futuro tales como creatividad, receptividad al cambio y la innovación,
versatilidad en el conocimiento, anticipación y adaptabilidad a situaciones
cambiantes, capacidad de discernimiento, actitud crítica, identificación y
solución de problemas.
• impulsa actividades educativas más allá de la institución escolar, incorporando
a los que no están, recuperando a los que se han ido, y atendiendo a
necesidades de los padres de familia y la comunidad como un todo.
Torres del Castillo, R. M. (1998). Nuevo papel docente.¿ Qué modelo de formación y para qué modelo educativo?. Perfiles educativos, (82).